El Largo y Cálido Verano 58 CINE CLASICO DD
El Largo y Cálido Verano
Título original:The Long, Hot Summer
Año:1958
Duración:115 min.
País:[Estados Unidos]
Director:Martin Ritt
Guión:Irving Ravetch & Harriet Frank Jr. (Relatos: William Faulkner)
Música:Alex North
Fotografía;Joseph LaShelle
Reparto:Paul Newman, Joanne Woodward, Orson Welles, Lee Remick, Angela Lansbury, Richard Anderson, Anthony Franciosa
Productora:20th Century Fox
Género:Drama | Drama sureño
Sinopsis:Tras ser expulsado de una población acusado de haber provocado un incendio, Ben Quick llega a un pueblo y es contratado por Will Varner, dueño y señor del lugar. Melodrama sureño, basado en relatos de William Faulkner, que permitió a un jovencísimo Paul Newman demostrar que era mucho más que una cara bonita. En efecto, gracias a este papel consiguió ganar el prestigioso premio al mejor actor en el Festival de Cannes. (FILMAFFINITY)
Premios
1958: Cannes: Mejor actor (Paul Newman)
1958: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor Actriz (J. Woodward)
Críticas
No hay veranos como los sureños, sobre todo si el que los describe es William Faulkner y el que nos deleita con su torso sudoroso envuelto en una resplandeciente camiseta imperio (¡a ver si aprendes, Bruce Willis!) es Paul Newman. Un Tom Sawyer crecidito y con fama de pirómano llega a un pueblo del Deep South, perturbando el corazón de una sabionda aspirante a solterona. Esta especie de "Calle Mayor" a la americana es un entretenido drama de resonancias bíblicas -con patriarcas, primogenituras e hijos pródigos- en el que por encima de todo destacan sus interpretaciones, encabezadas por un inmenso (en todos los sentidos) Orson Welles y un imponente (en todos los sentidos) Paul Newman, bien acompañados por la excelente Joanne Woodward, la bella Lee Remick y la divertida Angela Lansbury. La trama y los diálogos pedían pasión a raudales, pero los buenos ciudadanos no hacen fuego en el pajar, y así no hay forma de propagar el incendio. Cosas de la idiosincrasia local. Porque si esta misma historia se rodara hoy en España y los corazones pudieran recalificarse, arde él, arde ella, arde Logroño, arde Troya, y arden tirios y troyanos. Con o sin camiseta imperio.
Título original:The Long, Hot Summer
Año:1958
Duración:115 min.
País:[Estados Unidos]
Director:Martin Ritt
Guión:Irving Ravetch & Harriet Frank Jr. (Relatos: William Faulkner)
Música:Alex North
Fotografía;Joseph LaShelle
Reparto:Paul Newman, Joanne Woodward, Orson Welles, Lee Remick, Angela Lansbury, Richard Anderson, Anthony Franciosa
Productora:20th Century Fox
Género:Drama | Drama sureño
Sinopsis:Tras ser expulsado de una población acusado de haber provocado un incendio, Ben Quick llega a un pueblo y es contratado por Will Varner, dueño y señor del lugar. Melodrama sureño, basado en relatos de William Faulkner, que permitió a un jovencísimo Paul Newman demostrar que era mucho más que una cara bonita. En efecto, gracias a este papel consiguió ganar el prestigioso premio al mejor actor en el Festival de Cannes. (FILMAFFINITY)
Premios
1958: Cannes: Mejor actor (Paul Newman)
1958: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor Actriz (J. Woodward)
Críticas
No hay veranos como los sureños, sobre todo si el que los describe es William Faulkner y el que nos deleita con su torso sudoroso envuelto en una resplandeciente camiseta imperio (¡a ver si aprendes, Bruce Willis!) es Paul Newman. Un Tom Sawyer crecidito y con fama de pirómano llega a un pueblo del Deep South, perturbando el corazón de una sabionda aspirante a solterona. Esta especie de "Calle Mayor" a la americana es un entretenido drama de resonancias bíblicas -con patriarcas, primogenituras e hijos pródigos- en el que por encima de todo destacan sus interpretaciones, encabezadas por un inmenso (en todos los sentidos) Orson Welles y un imponente (en todos los sentidos) Paul Newman, bien acompañados por la excelente Joanne Woodward, la bella Lee Remick y la divertida Angela Lansbury. La trama y los diálogos pedían pasión a raudales, pero los buenos ciudadanos no hacen fuego en el pajar, y así no hay forma de propagar el incendio. Cosas de la idiosincrasia local. Porque si esta misma historia se rodara hoy en España y los corazones pudieran recalificarse, arde él, arde ella, arde Logroño, arde Troya, y arden tirios y troyanos. Con o sin camiseta imperio.
0 comentarios:
Publicar un comentario